Columna de análisis crítico

viernes, 14 de agosto de 2009

Explicación

El Secretario Agustín Cartens, responsable del manejo hacendario en nuestro país, estará en chihuahua en unos días, para participar en la reunión nacional de los secretarios de finanzas estatales.
Será fácil para el secretario exponer la situación económica y financiera del país y justificar el recorte en las participaciones federales para los Estados y Municipios. Es un experto en la materia. Si alguien tiene la información al respecto es él.
La cuestión será convencer de las acciones que se han adoptado desde el gobierno federal para asumir la crisis económica, trasladando el problema a las entidades federativas.
No existe igualdad en las restricciones de gasto que se asumen desde los Estados con las que asume el gobierno federal. Al menos no parece ser así.
Pareciera que el gobierno federal quiere cargar la mano a los estados y el distrito federal en relación con la caída de los ingresos participables, fundamentalmente los provenientes del petróleo.
Los gobernantes, entre ellos Marcelo Ebrard, no se explican por que motivo si hubo excedentes millonarios por la venta del crudo nunca se invirtió para ser mas eficientes, y eso nada tiene que ver con una reforma energética, sino con la aplicación correcta y visionaria de los recursos.
Por eso, el frente común de gobernadores a través de la Conago, específicamente la comisión de hacienda que encabeza el gobernador Reyes Baeza, exigió una restructuración en las políticas de distribución de las participaciones, que solo en el primer bimestre cayeron cerca de un 28 por ciento.
Dado el esquema de recaudación de impuestos, los recursos económicos captados se concentran en el gobierno federal y luego son distribuidos a las entidades federativas, las cuales, en su mayoría, están atadas de manos con ingresos propios bajos, que les impiden hacer frente a la reducción de los recursos participables.
Una de las propuestas es echar mano de una autentica reducción en el gasto corriente federal y utilizar saldos de inversiones del sistema de pensiones, para canalizarlos a obra y atención social en los estados y municipios, y evitar el colapso de fin de año.
La otra es el empréstito.
En chihuahua los ayuntamientos ya se están endeudando para hacer frente a la crisis. Lo acaba de hacer la capital, independientemente de que se acusa irresponsabilidad en el manejo financiero, en estos momentos los municipios carecen de otra salida viable.
El riesgo es que se abre un hoyo para tapar otro: los ayuntamientos terminarán usando esos recursos para financiar gasto corriente, sueldos fundamentalmente, en un circulo vicioso que nada ayuda de fondo a resolver el problema y generar reactivación económica en las comunidades.
Por ese motivo, será fácil para Cartens explicar el fenómeno, pero no lo será convencer de que las medidas adoptadas por el gobierno federal son las idóneas, cuando se enfrente a los secretarios de finanzas de los estados, aquí en chihuahua, en próximas fechas.