Columna de análisis crítico

martes, 9 de abril de 2013

Tatcher

El colonialismo y neoliberalismo económico son rasgos del desempeño de Margaret Tatcher como Primer Ministro de Inglaterra. Ella ordenó el envío de miles de fuerzas para recuperar las Islas Malvinas, enclave colonialista europeo, particularmente inglés en el Mar Territorial argentino. Los argentinos, en un anhelo largamente acariciado, desembarcaron en abril de 1982 en las islas, recuperando un territorio en disputa desde 1833, cuando los ingleses invadieron y tomaron posesión ante la debilidad militar argentina. Las fuerzas armadas británicas una vez más se impusieron y en junio recuperaron las islas, reforzando su posición en uno más de los dieciséis territorios coloniales con los que cuenta. Ante el litigio, la Organizacion de las Naciones Unidas reconoce la administración inglesa aún y cuando pertenecen a la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Desde la reforma constitucional de 1994, el máximo ordenamiento juridico argentino reclama en uno de sus transitorios la soberanía y la recuperación de las Malvinas como un «objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino». Los isleños fueron reconocidos como ciudadanos ingleses, dotándolos de una constitución propia. El colonialismo inglés en las Malvinas representa una posición intervencionista en un territorio que no les pertenece, que violenta la soberanía argentina y que debe cesar. Por otro lado, el neoliberalismo impulsado por "La Dama de Hierro" acentuó los niveles de pobreza en Inglaterra. Impulso la privatización de la economía, reduciendo la participación del estado como mero rector o vigilante. Desreguló el sector financiero, flexibilizó el mercado laboral, privatizó empresas públicas y redujo el poder de los sindicatos. En su primer mandato la popularidad cae por la recesión pero la Guerra de las Malvinas le permite obtener la primer reelección. En 1987 obtiene una tercera reelección, pero un par de años después el impuesto a la comunidad le mereció una fuerte reprimenda electoral, que la obligo a renunciar, obligada por la presión de sus mismos líderes de partido conservador. La debacle fue su afán neoliberal: redujo drásticamente los impuestos directos privilegiando los indirectos, con lo cual afectó a toda la población, beneficiando el gran capital. Los ingleses no soportaron una vez más las políticas radicales que ya habían golpeado fuertemente con la reducción de subsidios a la educación, la vivienda y la salud, con un nuevo impuesto, Poll Tax. Tony Blair la sucede después de John Major: la tercera vía significó un política social y económica intermedia, equilibrada. La Baronesa Tatcher, miembro vitalicio de la Cámara de los Lores, murió el 8 de abril a la edad de 87 años después de una larga enfermedad de demencia senil tras un incidente cardiovascular.