Columna de análisis crítico

jueves, 25 de septiembre de 2014

El apagón que viene

La Televisión Digital Terrestre representa uno de los mayores proyectos de telecomunicaciones desde la invención del aparato televisor, por sus ventajas en calidad de señal y eficiencia de gasto de energía eléctrica, pero además, porque permite un mayor aprovechamiento del espectro radioeléctrico, ya que las frecuencias adquieren un carácter "multicanal", es decir, cada frecuencia de televisión podrá soportar la transmisión de varios canales, con lo cual podrán otorgarse nuevas concesiones, y aumentar con ello la oferta de contenidos y la capacidad de comercialización.
Además, no sólo representa una oportunidad, sino una obligación legal superar el duopolio existente en materia televisiva, situación que se entiende subyace en la reforma, con restricciones para qué televisión azteca y televisa incursionen con más frecuencias en un mercado, que ya de por sí, tienen acaparado, bajo una interpretación estricta a la norma, y no laxa como se teme pueda ocurrir.
Pero además, como lo prevé el articulado transitorio constitucional, la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Social, deberá dotar de aparatos descodificadores a cuando menos el noventa por ciento de los hogares de escasos recursos económicos que cuentan con televisor analógico, y que por tal motivo, con el apagón previsto para diciembre de 2015, quedarán sin señal irremediablemente.
El problema es que los tiempos ya se vinieron encima y no hay datos que señalen cumplimiento de la meta, estimada en poco más de doce millones de hogares, distribuidos en todo el territorio nacional, principalmente el Distrito Federal, Veracruz y las entidades del Sur y sureste del país.
Chihuahua no es la excepción. Se calcula que doscientos mil hogares deberán recibir apoyo con los aparatos descodificadores, lo que representa 6.6 por ciento, apenas, de la población estatal: a decir de SEDESOL y SCT, solo esos hogares recibirán apoyo para la migración al sistema digital de televisión, datos que evidentemente contrastan con la realidad.
El Consejo Nacional de Evaluación en su informe 2012 encontró que 1.2 millones de chihuahuenses se encuentran en pobreza. Si se calcula, como parece que lo hizo la Secretaría de Desarrollo Social, cuatro personas en promedio por hogar, estaríamos frente a casi 300 mil hogares en condición de pobreza, y no los doscientos mil que se asegura existen en el Estado. Si el cálculo se hace sobre la base de tres personas por hogar, la cifra sube a 400 mil.
Es obvio que estamos frente a un problema nacional. De acuerdo con CONEVAL, al 2012, 53.3% de mexicanos se encontraban en situación de pobreza. Haciendo un cálculo similar, se estarían dejando de atender unas seis millones de personas, pensando que efectivamente se va a lograr la meta de los doce millones de descodificadores.
Tanto el transitorio constitucional como el legal, señalan como fecha para el apagón analógico de la televisión el próximo mes de diciembre del 2015, estableciendo un calendario de cobertura con aparatos descodificadores, donde chihuahua debería estar listo para agosto del próximo año.
La cuestión es conocer hasta donde ha avanzado el gobierno federal a través de las secretarías mencionadas, en la dotación de aparatos descodificadores y cuanto falta para lograrlo. De antemano, los municipios fronterizos del Estado debieron haber concluido ya con la preparación para enfrentar el apagón analógico, de acuerdo con el programa de trabajo publicado en el Diario Oficial de la Federación desde mayo del presente año. No solo es ciudad Juárez, sino Ahumada, Ascensión, Buenaventura, Guadalupe, Nuevo Casas Grandes y Praxedis G. Guerrero, que desde agosto se supone están preparados para el apagón analógico.
La Televisión Digital Terrestre es un avance importante tecnológicamente hablando. Eso es cierto. El problema es que la población de escasos recursos económicos encuentra en los canales de señal abierta el único medio de comunicación accesible. Por ello la reforma constitucional y legal en la materia prevé la dotación de aparatos descodificadores. Esperemos que esa orden se cumpla en sus tiempos y no lleguemos al año entrante con deficiencias en la cobertura que atrasen la llegada de la era digital a los canales de televisión abierta, y las marchas atrás como ocurrió en Baja California el año pasado, bajo la fuerza de las manifestaciones populares.
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