Columna de análisis crítico

martes, 19 de junio de 2018

La réplica como regulador de la línea editorial


Éste próximo sábado concluye el Seminario de Protección a Periodistas, que organizan los tres poderes del Estado en coordinación con las organizaciones periodísticas, con un ejercicio de cobertura de suceso de alto riesgo a realizarse en el complejo de seguridad C4.

Construida, publicada o difundida la información mediante cualquier instrumento, como periódicos, revistas, radio, televisión o medios digitales, obedece inevitablemente a determinada línea editorial.
Antes de ser publicada, como ya vimos, la información esta sujeta a aspectos éticos del periodista y el editor, cumpliendo con una línea editorial edificada con los diversos y múltiples intereses del medio de comunicación.
Pareciera que ya publicada la información no existe medio de defensa frente a ella. Pero no es así. Desde 2013 se modificó la constitución general de la república para incluir el derecho de replica.
Es cierto que se trata de un derecho que no es nuevo.
Los medios de comunicación por lo regular atendían a las reclamaciones o solicitudes de publicación de información sin necesidad de ningún procedimiento, bajo el principio de autoregulación.
Sin embargo se decidió legislar al respecto, imponiendo en una ley general dicho derecho, mediante dos procedimientos, uno ante el mismo medio de comunicación y otro, por excepción, judicializado en caso de que no se atendiera el primero.
El objetivo del derecho legal de réplica es el mismo que históricamente ha sido aplicado: procede ante información inexacta o cualquier aclaración, cuando la persona se siente agraviada. 
La diferencia es que su incumplimiento tiene aparejada una sanción económica y puede llevar, en procedimiento distinto, a la reparación del daño moral.
Lo ideal es no llegar a la réplica. Los medios utilizan como regla la información contrastada, vacuna ideal ante dicho procedimiento y conducta ética de compromiso ante el lector.
Como se observa, primero con un fondo ético, y luego judicial, el derecho de réplica es un imperativo que regula la línea editorial de los medios de comunicación, en aras de una cobertura periodística equilibrada, contrastada, plural y tolerante, que da pie a la divulgación diversificada de contenidos y opiniones, pilar de la democracia.