Columna de análisis crítico

martes, 19 de noviembre de 2013

Polvorín

Los centros penitenciarios en el país están convertidos en un verdadero polvorín. La inversión requerida para eficientar su funcionamiento: mejores salarios a guardias, modernización de la infraestructura, condiciones de salud, capacitación laboral, mejor armamento, no llega. Esta insuficiencia de atención provoca que las cárceles se hayan convertido en centros de extorsión, violencia y corrupción, como lo manifiesta el más reciente reporte de la visitaduría especial para la materia perteneciente a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Las cifras resultan escalofriantes: del 2011 al 2013, se ha duplicado el número de sucesos violentos en el interior de las cárceles, aumentando de 52 a 117 casos anuales, aún y cuando el presente año no cierra. Del 2010 a la fecha se han presentado en los penales del país un total de 309 incidentes, de los cuales, como resultado, 617 internos han muerto. Revisando un poco mas a detalle el dato, se tiene acreditado que de estos reclusos, 422 habrían participado en riña, esto es, fueron protagonistas de un intercambio violento, atacaron o bien, pudieron en su momento defenderse: pero hay 85 que jamas tuvieron esa oportunidad, sino simplemente fueron asesinados. Muchos de ellos cuando dormían o realizaban practicas laborales o deportivas. La mayoría de los internos muertos corresponden a población pobre o muy pobre. El dato es estrujante, porque el interno que busca, pese a toda la adversidad del entorno, la rehabilitación, sufre de ataques que terminan quitándole la vida. El mensaje de la delincuencia al interior de la cárcel parece ser simple: o te sumas al contexto de robo, asesinato, extorsión, corrupción, o sucumbes. Por eso, una de las aristas delicadas para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es la prevalencia de los auto-gobiernos y los co-gobiernos. En el primero, las autoridades simplemente cedieron ante el poder del crimen organizado y en el segundo, comparten el poder con la delincuencia. Ambos extremos son criticables e inaceptables, pero comprensibles: los directores de los penales son amenazados en su integridad y en la de sus familias para ceder a los caprichos del crimen, o bien, son comprados con altas cantidades de dinero. No extraña por eso que en los penales abunde la extorsión, tanto hacia el interior como hacia el exterior, la violencia, la corrupción. El gobierno federal ha dejado prácticamente solas a las entidades federativas que carecen de los recursos para hacer frente al sostenimiento de los penales, ya no se diga a la modernización y ampliación de instalaciones. Esto ha provocado que se agudice el hacinamiento, que ronda en el orden del 26 por ciento. Según la autoridad, los 400 penales en el país tienen una capacidad instalada para recibir 169 mil internos, cuando actualmente la población penitenciaria es del orden de 216 mil. El régimen financiero que soporta los penales debe modificarse. No se entiende por que a los penales estatales les otorga la federación en promedio 150 pesos por interno, cuando en los centros auspiciados por el sector privado se están erogando 1 mil 670 pesos. Algo se debe hacer antes de que el problema avance más. Los diez penales en mayor riesgo se encuentran en Coahuila, Guerrero, Tabasco, Oaxaca y Nuevo León. Los penales, como funcionan, generan incentivos a la violencia y los negocios ilícitos en los internos, quienes, de sobrevivir, salen a las calles con esta visión, lo cual no conviene como sociedad. EN EL TABLERO....El próximo domingo 24 se realizará una marcha en diversas entidades del país para rechazar la legalización de la marihuana...El punto principal de los manifestantes es evidenciar que es mentira que la legalización reduzca los niveles de consumo de drogas y la violencia...La marcha es auspiciada por el Consejo Nacional de Organizaciones de la Sociedad Civil CONAL...El movil del asesinato de ocho personas en un domicilio de Ciudad Juárez dará que hablar...Se dice que se trata de un robo y que ya hay sospechosos, la incógnita es la brutal ferocidad y la frialdad con que fue cometido, no solo en los adultos, sino en los menores....Mas bien parece un ajuste de cuentas...