Columna de análisis crítico

martes, 25 de agosto de 2015

Opinión pública

A partir del 26 y hasta el 29 del mes y año que transcurre, Fapermex sesiona en Cholula, Puebla. Mi reconocimiento a Teodoro Renteria Villa por su esfuerzo de organización desde la Presidencia del organismo gremial.

El pasado viernes 21 de agosto se celebró el treinta y siete aniversario de la emisión del programa de radio "Opinión pública", que conduce el reconocido periodista Marco Antonio Guevara.

El simple esfuerzo de transmitir casi ininterrumpidamente el programa -que tuvo un receso en la decada de los noventas- es por sí un gran mérito de esfuerzo, capacidad, organización, y talento personal.

Sin embargo, existen tres razones más que hacen plausible y de reconocimiento el esfuerzo de Marco Antonio: la sustancia del programa de dar voz a los que carecen de ella para ser escuchados en sus reclamos más sentidos; el contexto político de su creación, coincidente con el asesinato del periodista chihuahuense Ignacio Rodríguez Terrazas, y el escenario utilizado para conmemorar tal nacimiento.

Los medios de comunicación surgen como una posibilidad de amplificar el análisis y la crítica, la denuncia de contenido social, política o económica, del acontecer cotidiano en una colectividad por más grande o pequeña que sea ésta: desde Jimenez con sus más menos cien mil habitantes hasta la ciudad de México con su compleja cohabitación de doce millones de almas, o 24 millones si contamos la zona metropolitana con el Estado de México.

El periodista es solo una parte de la comunicación social: transmitir los sucesos y hacer análisis en torno a ellos es una tarea inacabada si la población misma carece de acceso a la caja de resonancia: esa es la virtud de Marco Antonio: todos los días su microfono se abre para que la señora, el señor o el joven, se expresen sin cortapisas ni formulismos: el microfono abierto sin censura es una auténtica demostración de expresión de opinión pública.

Un microfono abierto en el cual todos los días escuchamos del bache -el eterno bache-, el camión de la basura que no pasa o que pasando deja una estela de desperdicios en la calle, las fallas del transporte urbano con sus unidades antidiluvianas y conductores descuidados, correlones y prepotentes: una denuncia ciudadana que desborda muchas ocasiones estos señalamientos de ineficiencia, para instalarse en el apunte político: corrupción, abuso de poder, el caracter patrimonialista del puesto, el excesivo costo de los servicios, el derroche del recurso económico, una clase política insensible, el enriquecimiento de los menos con cargo a los más: la distribución inequitativa de la riqueza. Un concierto donde la economía agudiza su caracter liberal-consumista, con el apoyo de una gran fuerza mercadotecnica que subyuga, seduce, a la población.

Opinión pública que no esta alejada de riesgos como lo demuestra el asesinato de Ignacio Rodríguez Terrazas, periodista chihuahuense que desde el Salvador cubría la guerra civil apenadas iniciada, enviado por Proceso y Unomasuno. Ignacio transmitía los sucesos desde el lugar de los hechos a su natal chihuahua a través del programa de Marco Antonio. Fue asesinado por un francotirador cuando se acercaba a una balacera en el centro de gobierno salvadoreño. Fue el primero de diecisiete periodistas asesinados en dicho conflicto armado.

Marco Antonio ha sido un ferviente defensor de la libre expresión de las ideas. Su espacio ha sido el espacio de los periodistas y de los editorialistas desde siempre. Así la voz del pueblo se adereza con el análisis de profesionales de la comunicación y la crítica estructurada, mezcla que indudablemente fortaleza la discusión de los asuntos públicos. El asesinato del chihuahuense no es un asunto aislado: la represión es un arma contra la comunicación y la libre expresión de las ideas.

Su memoria refuerza el impulso para insistir en el fortalecimiento de los programas de prevención, defensa y protección del periodista, que en Chihuahua ha enarbolado el Foro de Periodistas desde hace veintitres años y a nivel nacional la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos desde dos mil cuatro, y que hemos retomado a través de nuestra querida Asociación de Editorialistas.

La tarea de defensa de la libre expresión exige involucramiento de los distintos sectores de la sociedad, tarea en la cual ha coadyuvado de manera relevante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, por cierto, sede inigualable para la celebración treinta y siete de Opinión pública: es éste organismo un ejemplo de impulso y acompañamiento en la construcción de esquemas de prevención y protección de periodistas y comunicadores: por ello debe celebrarse que sea en su seno donde se haya transmitido el programa de aniversario de Marco Antonio Guevara.

Es tiempo de abrir microfonos: ahondar en la crítica, necesaria e indispensable, del quehacer público, no solo desde la voz educada y profunda del periodismo profesional, sino desde la sencillez y claridad de las personas comunes; es momento también de mejorar los mecanismos de protección a periodistas desde una inicial estrategia preventiva hasta los esquemas reactivos de resguardo, en una sinergia sociedad-comunicadores-organismos de derechos humanos.

http://robertopinon.blogspot.mx