Columna de análisis crítico

domingo, 17 de noviembre de 2013

Incapacidad y complicidad

Una de las funciones primordiales de los Estados es la conservación del Estado de Derecho. Esto es, la existencia de un orden que permita el desenvolvimiento libre de la sociedad, desde el punto de vista económico, social y político. En una situación de esta naturaleza, las personas se desenvuelven de manera libre, conociendo sus limitaciones y cumpliendo con sus responsabilidades. Saben que el Estado, organización suprema, los protege frente a los abusos que pudieren sufrir por parte de otros ciudadanos o cuerpos de gobierno, que pudiesen estar tentados a vulnerar sus garantías. En un estado democrático, el gobierno cumple eficientemente con sus funciones de gendarme, previene la comisión de delitos; cuando esto no es posible, los persigue y castiga a los infractores, con la finalidad de preservar el bien común de seguridad jurídica que protege la integridad de los ciudadanos y sus bienes. Sin embargo, aún los gobiernos democráticos -que contradicción, más que los gobiernos totalitarios, que ahogan el desenvolvimiento de los particulares, en la realización de ideales lícitos e ilícitos- fracasan en sus intentos por garantizar un orden de cosas que permitan el libre desarrollo de los ciudadanos. México no se encuentra alejado de esta realidad. Nuestro país ha fracasado en brindar seguridad a amplios sectores de la población mexicana. Los focos rojos se encuentran en el sureste mexicano, donde los ciudadanos han tenido que armarse con el fin de confrontar la corrupción de cuerpos policíacos y la invasión de carteles de delincuentes que secuestran, cobran derecho de piso y trafican estupefacientes. Michoacán es el prototipo de los abusos de cuerpos policíacos en connivencia con los grupos delincuenciales. Por ese motivo ya suman trece guardias comunitarias que se han armado y han confrontado a estos grupos oficiales y criminales. Evidentemente no existe alternativa. La ola de crímenes cometidos en las comunidades bajo la complacencia -complicidad- de los gobiernos municipales no deja alternativa. Los pobladores se han armado con machetes y unas cuantas armas de fuego, para hacerse justicia por propia mano, situación altamente cuestionable en un estado de derecho, pero inevitable ante el desgobierno que sufren, día con día, los habitantes de esas comunidades. ¿Como enfrentar desde la sociedad el desgobierno existente, donde los grupos de delincuentes cobran derecho de piso por vender tortillas o gasolina? ¿Donde queda el gobierno federal, estatal o municipal, cuando un grupo de delincuentes asume acciones de gobierno: cobra por desarrollar actividades productivas? No se debe permitir que los particulares hagan justicia por mano propia. Empero el escalamiento de la actividad del crimen organizado en las comunidades hace imposible que no exista una reacción ciudadana, aún de mayor energía que el mismo gobierno. No queda otra al gobierno que el acompañamiento de las acciones genuinas de auto-protección de las comunidades, salvo que se quiera correr el riesgo de ser rebasados, ante la nula disposición de recursos para esas comunidades en materia de seguridad. La administración de Enrique Peña debe emular a las acciones del gobierno de Benito Juárez que autorizó a las guardias comunitarias, ante el avance del crimen. Esa autorización debe ir acompañada de una agrupación que aglutine a personalidades y organizaciones de la sociedad civil, que vigilé y censuré. Mientras no se asuma con claridad el apoyo de la guardia comunitaria por parte del gobierno federal no hay mensaje de apoyo a la comunidad, que se siente inerme ante el avance del crimen organizado. Es cierto. Las guardias comunitarias están armadas sin autorización oficial, pero la comisión de delitos no puede esperar a ser reprendida por las instancias de gobierno que han sido incapaces para hacerlo. Se requieren acciones contundentes. Si el gobierno es incapaz de hacerlo, virtud el cumplimiento de normas nacionales e internacionales de protección, las guardias comunitarias asumen un papel relevante, y necesario, para evitar el abuso oficial. Que situación tan delicada, solo justificada ante esa situación de indefensión en que viven los guardias comunitarias, que hoy en día sobreviven a amenazas y robos impunes. EN EL TABLERO...En el Barrio Azul, en ciudad Juárez, ocho personas perdieron la vida...El luto es grande en la comunidad por la forma tan sanguinaria en que fueron cometidos los crímenes, con el uso de arma blanca...El 24 de noviembre se elegirá presidentes municipal en Coyame, un municipio con una población electoral que no rebasa los dos mil electores pero que resulta emblemática porque proviene de un empate...los números favorecen a Sergio Álvarez, quien ha desarrollado una campaña de penetración en las diversas comunidades, y no sólo en la capital de dicho municipio...La designación de los directores de policía por el H. congreso del Estado de Chihuahua tiene sentido por la importancia de una revisión exhaustiva de los expedientes propuestos...Como muestra de ello se encuentra la detención del director de policía en funciones del municipio de Gómez Farias, por obstrucción a las tareas desarrolladas por la Policía Estatal, así como el uso de un vehículo con reporte de robo como patrulla y la inclusión de un civil como policía, con arma y todo...