Columna de análisis crítico

martes, 25 de septiembre de 2012

Criterios absurdos

La energía eléctrica forma parte de la modernidad. Es uno de los principios fundamentales del desarrollo. Tiene una vinculación cotidiana y permanente con la calidad de vida de la población. Es además uno de los indicadores de desarrollo de las comunidades a nivel intencional. Por ese motivo resulta relevante el exhorto autorizado por el pleno del Congreso de la Unión para revisar las tarifas eléctricas, particularmente el mecanismo de medición del consumo. El punto de acuerdo presentado por los legisladores federales Pedro Domínguez e Ignacio Duarte busca que el gobierno federal tenga una visión equitativa en la aplicación de las tarifas. Resulta que el criterio vigente para fijar el cobro de la energía eléctrica al ser homogéneo, resulta inadecuado, toda vez que desdeña las características climatológicas específicas de cada región de nuestro territorio nacional. La aplicación de ese criterio da un promedio de temperatura que no corresponde a lo que se vive en verano y en invierno en Chihuahua, cuando se le ubica con los mismos criterios de medición, por ejemplo, que zonas de climas templados, como es Cuernavaca, Morelos. Por ese motivo, en la clasificación de las tarifas referidas deben considerarse elementos como la humedad, la presión atmosférica, la lluvia y los vientos para aplicar un trato igualitario. Otro factor que debe considerarse es el calentamiento global que ha afectado a diversas entidades del país y esto afecta al mayor consumo de energía eléctrica. Que es lo que pasa con el cálculo de las tarifas. Chihuahua tiene un problema, no existe una medición de las temperaturas adecuada. La Comisión Federal de Electricidad no tiene una base objetiva de clima. Pero además de carecer de esa base objetiva, al calcular simplemente promedia la temperatura más fría y la más cálida. Pero como son temperaturas extremas, da un promedio de veinte grados centígrados, lo cual se aleja totalmente de la realidad. Y con base en esa fórmula se determina que en Chihuahua lo que ocurre es que derrochamos la energía y por ese motivo debe castigarse con una tarifa alta. La verdad es otra: sea invierno o verano siempre hay que utilizar aparatos eléctricos. Si es verano, los aparatos enfriadores y si es invierno, iluminación y calefactores. Una cuestión más: como el consumo de energía se calcula bimensual, los chihuahuenses siempre consumen por encima de los kilo watts subsidiados, y por lo mismo pagan sobre precio. Se propone en el exhorto del legislativo federal que se facture mensualmente, con lo cual habría un beneficio para la población al ubicarse dentro de los márgenes del subsidio federal. El exhorto busca que la Comisión Federal de Electricidad revise las tarifas no solo para chihuahua, sino para todo el país. Porque la misma situación sufre Guerrero, Chiapas, Tabasco, Baja California o Tamaulipas. Es cierto. Estos puntos de acuerdo quedan por lo regular en llamados a misa. Se trata de que esto cambie, y que los criterios para determinar consumo de energía eléctrica castiguen el abuso, pero de manera que no atropellen el derecho humano fundamental de acceso a la electricidad, uno de los insumos esenciales en la vida moderna, superando criterios absurdos.