Columna de análisis crítico

domingo, 30 de julio de 2017

Prevenir los ataques contra periodistas


Solidaridad y respaldo al reconocido colega periodista Luis Froylan Castañeda Hidalgo.

El Sistema Integral de Protección a Periodistas contiene cuatro apartados fundamentales: Los principios generales, las recomendaciones de protección (protocolo), las medidas cautelares y el flujo de información.
Como ya dijimos, las recomendaciones son generales y específicas, pero todas ellas buscan prevenir los ataques y señalar acciones concretas de cuidado en caso de enfrentar uno.
Para la elaboración de las recomendaciones se tomó en cuenta la experiencia internacional, particularmente la forma en que la prensa organizada enfrentó la cobertura de narcotráfico en la época de Pablo Escobar en Colombia.
En aquel país, los periodistas tuvieron que enfrentar agresiones de la policía y del crimen organizado; enfrentaron ataques en instalaciones y asesinatos de colegas. Se vivió un auténtico estado de terror.
En Chihuahua, en el contexto en que se firmó el Sistema, se cometían más homicidios que en países que se encontraban enfrentando conflictos bélicos. La prensa fue motivo de ataques y la cobertura se convirtió en una situación de alto riesgo.
Tomar como ejemplo Colombia era lo más lógico.
Dentro de esas recomendaciones especificas, insertas en el Sistema Integral, pondré como ejemplo únicamente el primer numeral como método. No quiere decir que por ser la primer recomendación sea la más importante. La verdad es que todas y cada una de ellas lo son. Para su consulta completa, se puede acceder al documento integro en la página web de la Cedh.
En el caso de Búsqueda de información, la primer recomendación es “1.- Recuerde siempre que durante la cobertura periodística de sucesos de alto riesgo, su vida, la de sus familiares y su patrimonio están en peligro”.
El periodista debe comprender que la información de alto riesgo involucra asuntos de alto valor político o económico. Y que hay personas que se pueden sentir lastimadas con la divulgación de la información. Esas personas pueden reaccionar de manera violenta. Esto es algo que debemos prever.
Por otro lado, la recomendación especifica número uno para la publicación de información dice textual “1.- Siempre que se trate de información de alto riesgo no debe aparecer el nombre del autor, su imagen o voz y omitir créditos”.
En condiciones normales, la información se firma, como una corresponsabilidad del periodista con su editor, frente al lector. En condiciones de riesgo, firmar la información es un grave error. En algunas entidades federativas no solo se evita firmar la información de alto riesgo, sino que incluso los medios de comunicación realizan coberturas conjuntas.
Un tema que causó mucha polémica en las mesas de discusión fue el de los artefactos explosivos. Se pensó que eso no podía ocurrir en Chihuahua. Sin embargo la realidad nos alcanzó con un atentado ocurrido en ciudad Juárez. La primer recomendación para este tipo de situaciones señala: “1.- Ante cualquier amenaza o sospecha de bomba, mantenga la calma, desconecte aparatos eléctricos y aléjese”.
En caso de atentado, la recomendación inicial del capítulo respectivo establece: “1.- Huya del atacante y protéjase; llame la atención”. Para el caso de secuestro, recomienda “1.- No pierda la calma y evite confrontar a sus secuestradores”.
Para el hostigamiento policial, la recomendación específica número uno indica “1.- Evite discusiones acaloradas o forcejeos”. Se busca evitar una polarización innecesaria o un error en el uso de armas, particularmente cuando hay una deficiente capacitación del cuerpo policial.
Finalmente, la recomendación en caso de protestas o desorden civil, en primer lugar se señala: “1.- Permanezca alerta ante dispersiones con gas lacrimógeno o artefactos incendiarios. Equípese con una toalla y agua”.
Insisto en que aquí se señalan únicamente las primeras recomendaciones de cada caso particular, únicamente para ejemplificar.
Podría pensarse que en muchos de estos casos las cláusulas podrían atemorizar y evitar la cobertura de sucesos de alto riesgo. Sin embargo, el propósito de estas recomendaciones es incentivar la búsqueda de información de riesgo, pero conociendo que hay que tomar precauciones. 
El principio de la prevención inicia en el conocimiento de que se está buscando información de alto riesgo. Que no estamos frente a una situación de cobertura ordinaria.
Las cláusulas del Protocolo deben estudiarse en el contexto y no de una manera aislada, de esa manera se llegará a la conclusión que buscan proteger el preciado valor superior del derecho a la información y a la libre expresión.
Aún más, un valor agregado de éste Protocolo de protección a periodistas es que surgió de mesas de trabajo donde los mismos periodistas analizaron diversas propuestas a nivel internacional y nacional, y llegaron a un acuerdo en relación con el contenido, con la colaboración y coordinación de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Por tanto, se trata de un documento de gran valor, por su persistencia en la importancia de la prevención y su origen consensual entre las diversas organizaciones de periodistas.

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