miércoles, 4 de enero de 2017
Una auténtica publicidad oficial
El modelo canadiense de comunicación social, particularmente en materia de publicidad oficial, establece criterios de contenido que evitan el uso político de la misma. Es un paradigma para la comunicación social mexicana.
Es decir, la publicidad oficial tiene como finalidad informar a la población acerca de servicios prestados por el Estado y como mecanismo de transparencia y rendición de cuentas.
La publicidad oficial, por tanto, no debe ser utilizada como instrumento de propaganda para generar simpatías del grupo en el poder y desprestigiar a los opositores.
Esta posición no es ajena a México. La Constitución de la República la establece, en términos generales, en su artículo 134, que por cierto espera, desde su creación, una reglamentación que no ha llegado desde hace dos lustros.
El apartado 17 del documento denominado Principios sobre regulación de la publicidad oficial y la libertad de expresión, que emite la Relatoría especial sobre libertad de expresión de la CIDH, explica con claridad la política canadiense en la materia.
Señala textual que "la comunicación estatal debe procurar “satisfacer las necesidades informativas de la población” e informar al público respetando “la libertad, el pluralismo, la seguridad, la sinceridad y el respeto”, en donde "...las instituciones alcanzadas por la norma deben proveer información en forma gratuita cuando la misma es necesaria para que los individuos puedan utilizar los servicios públicos; cuando la información explique los derechos, beneficios y obligaciones de los individuos; cuando se trate de información personal del individuo que solicita esa información y cuando es necesaria para que los ciudadanos comprendan cambios en leyes, políticas, programas o servicios".
Pero además, esa información, debe ofrecerse "...de manera efectiva, lo que implica que la información debe presentarse en forma clara y fácil de entender, y debe ser información objetiva, relevante y útil".
Para ello, las campañas, "...deben planificarse en el marco del plan anual de actividades de cada entidad; prohíbe las campañas publicitarias que difundan mensajes de partidos políticos y suspende la publicidad durante el período eleccionario".
Por tanto, la información debe ser útil, servir para que el ciudadano haga uso de los servicios públicos, con la mayor información para que aproveche ventajas de precio y beneficios cualquiera que se ofrezcan. La información no busca, entonces, señalar logros o fortalecer imagen.
Debe tratarse de una información de Estado, por ello respeta pluralismo: no se ataca a los contrarios ni opositores políticos. Ello podrá hacerse a través de los géneros periodísticos no dependientes del Estado, pero nunca a través de sus propios medios de comunicación, porque al hacerlo, pierde el carácter objetivo y se transforma en propaganda con fines políticos.
Una información oficial que informe de derechos y obligaciones, que construya ciudadania responsable, frente a sus deberes ante la comunidad y la misma organización jurídica, las normas de convivencia y relación social.
Publicidad oficial que explique los alcances y modificaciones legales: que explique al ciudadano lo que debe hacer para alcanzar beneficios y evitar perjuicios.
Una información clara, alcanzable para todos. Objetiva, que no interprete realidad o pretenda realizar periodismo independiente, cuando al hacerlo se convierte en simple propaganda.
En suma, la información transmitida a través de la publicidad oficial debe eliminar cualquier vestigio político.
Es una comunicación de Estado, oficial, que carece de logotipos o marcas políticas de administraciones temporales. El gobierno carece de colores y signos partidistas: Mover a México o un Nuevo amanecer, colores azules, tricolores, amarillos, verdes o arcoiris, son elementos de propaganda ajenos a una comunicación de Estado.
El modelo canadiense es un buen ejemplo a seguir. Puede marcar parteaguas en Chihuahua, en una extraordinaria oportunidad de migrar de un uso propagandístico de la publicidad oficial a uno de auténtica política de Estado.
http://robertopinon.blogspot.mx
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