Columna de análisis crítico

martes, 10 de julio de 2012

Votos nulos

Los votos nulos alcanzaron la cifra de dos millones 472 mil 614 en la pasada elección de diputados a nivel nacional. Representan el 4.6 por ciento del total de votos sufragados por los mexicanos el pasado primero de julio. Las entidades federativas presentaron diversos porcentajes de voto nulo, agudizándose el fenómeno en aquellas donde no se presento coalición Partido Revolucionario Institucional-Partido Verde Ecologista de México en las elecciones de diputados y senadores. Así de esta forma, Aguascalientes tuvo una incidencia de voto nulo de 7.97% (38,779); Baja California, 2.45% (30,399); Baja California Sur, 8.38% (20,883); Campeche, 6.49% (24,557); Coahuila, 6.93% (81,607); Colima, 3.18% (9,515); Chiapas, 6.89% (138,570); Chihuahua, 9.0% (119,270); Distrito Federal, 3.41% (164,226); Durango, 8.04% (54,576); Guanajuato, 4.59% (105, 326); Guerrero, 6.73% (94,002); Hidalgo, 7.15% (86,793); Jalisco, 3.81% (129,563); México, 3.07% (210,772); Michoacán, 8.68% (141,716); Morelos, 4.69% (39,619); Nayarit 7.76% (35,882); Nuevo León, 2.97% (59,649); Oaxaca, 7.18% (113,712); Puebla, 4.26% (104,765); Querétaro, 6.79% (57,626); Quintana Roo, 3.29% (17,478); San Luis Potosí, 8.85% (98,893); Sinaloa, 8.04% (93,869); Sonora, 6.81% (74,062); Tabasco, 3.21% (34,677); Tamaulipas, 5.91% (83,820); Tlaxcala, 8.43% (43,727); Veracruz, 3.21% (113,376) y, Yucatán, 2.60% (27,203). Destacan por el porcentaje de votos nulos Chihuahua, el primer lugar nacional, San Luis Potosí, Michoacán, Tlaxcala, Baja California Sur, Durango y Sinaloa, todos arriba de los ocho puntos porcentuales, seguidos de Aguascalientes, Nayarit, Oaxaca e Hidalgo por encima de los siete puntos, y debajo de ellos con seis puntos porcentuales Coahuila, Chiapas, Sonora, Querétaro, Guerrero y Campeche. En el rango de cinco puntos de nulos se encuentra solo Tamaulipas, y en el de cuatro, Morelos Guanajuato y Puebla. En los tres puntos porcentuales de votos nulos, aun un porcentaje atípico, se localizan Jalisco, Distrito Federal, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Colima y México. En la normalidad de votos nulos, por así decirlo de acuerdo a los históricos de votación nacional y local, se encuentran solo Nuevo León, Yucatán y Baja California. El fenómeno de nulos se relaciona con la coalición parcial efectuada entre el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Verde Ecologista de México, pactada en 199 distritos electorales del país (66.33% de los 300 distritos uninominales) y diez formulas de senadurías (31.25% de las 32 formulas), donde ambos resultan ser los únicos afectados por esta anulación generalizada de votos. A esta situación debe agregarse que las coaliciones de diputados y senadores, no siempre coincidieron en las entidades federativas. Por ejemplo, en Baja California, la coalición parcial aplicó para diputados, pero no para Senadores. De ahí que el PRI ganara abrumadoramente en la elección de diputados con una tasa de nulos sumamente baja, la más baja en el país (2.45%) y que en senadores haya sido elevadísima, de las más altas en el país con 103,536 votos nulos (8.32%). Esto genero una situación compleja para el ciudadano, ya que en la elección presidencial ambos partidos contendieron coaligados de manera total. El Tribunal Electoral, por la magnitud del fenómeno, debe revisar en su momento lo que ocurrió, en una visión de respeto integral al voto, con la visión crítica hacia la campaña masiva implementada por el IFE, la cual abonó a la confusión. Se transmitieron cientos de miles de spots tratando de instruir al ciudadano como votar, en una campaña nacional, a través de cientos de estaciones de radio y televisión en el país, en una decisión que excede sus facultades de promoción del voto. Hay un derecho político del ciudadano que ha sido negado, que es el valor de su voto. Un voto que, por los márgenes de diferencia, puede significar reveses en resultados, como podría ser el del distrito 03 en chihuahua o el senado en Baja California, donde las diferencias entre el primer y segundo lugar son menores a los nulos atípicos, con lo cual también se viola el derecho político del candidato como receptos de dichos votos. Esos votos nulos que representan la voluntad ciudadana volcada de manera sistemática y mecánica hacia una preferencia electoral de coalición no puede simplemente ser desechada, sino que debe tomarse en cuenta. El ciudadano jamás trató de anular su voto. Trató de manifestar su voluntad, lo cual hizo en error, provocado en gran medida por la campaña de comunicación. Los saldos, en principio, un equilibrio ficticio en la conformación tanto de la cámara de diputados como la de senadores, por ambos principios, generando una sobre representación causada por la nulidad de sufragios, y por supuesto, la decepción de más de dos millones de ciudadanos que ven vulnerada su decisión.