Columna de análisis crítico

martes, 11 de febrero de 2014

Compra de coberturas informativas

La clase política esta arribando a la paranoia al asumir sanciones como la nulidad de una elección cuando se compruebe la compra de espacios informativos en favor de candidatos y la diferencia en resultados sea menor al cinco por ciento. En el colmo, no se dice que cantidad de información se debe comprar para anular la elección: una nota, dos notas, un segmento, un programa o diversos programas, ¿cual es el parámetro? No hay, simplemente que se demuestre, así en términos generales Obvio que en radio y televisión ¿Con cuanta audiencia o visitas, tratándose de la versión electrónica de estos medios? ¿Será lo mismo el impacto de comprar información en un medio con diez visitas diarias que en uno grande con decenas de miles de visitas diarias en internet? Lo mismo ocurre con la audiencia. De por si, la medida resulta un golpe bajo de la clase política en contra de los medios de comunicación - con especial dedicatoria a las televisoras -; la norma parece partir del hecho de que existen tales practicas, lo cual significa un severo daño a la credibilidad de los medios de comunicación: significa asumir que las politicas editoriales se encuentran a merced del mejor postor, lo cual me parece atrevido y falso. Se puede aceptar el caso aislado, la excepción, no la regla. La norma dedicada a los electrónicos, se desliza hacia el resto de los medios. Dice la reforma constitucional publicada este lunes pasado en el Diario Oficial de la Federación, en su artículo 41, que "La ley establecerá el sistema de nulidades de las elecciones federales o locales por violaciones graves, dolosas y determinantes en los siguientes casos: ... b) Se compre cobertura informativa o tiempos en radio y televisión, fuera de los supuestos previstos en la ley..." El candado, es, de acuerdo al párrafo siguiente de la reforma, que "dichas violaciones deberán acreditarse de manera objetiva y material" mas una diferencia del 5 por ciento entre el primer y el segundo lugar. Luego entonces, la supuesta compra de espacios informativos, fuera de los supuestos legales - asignación de tiempos oficiales en radio y televisión - deberá ser comprobada de manera fehaciente: deberán existir pruebas objetivas y materiales. No basta mostrar una supuesta linea editorial sesgada, representada por mayores espacios: deberá acreditarse la compra, adquisición, prestación-dinero contraprestación-espacios para demostrarla. No será sencillo para los partidos politicos demostrar una situación de esta naturaleza. Acreditar la compra de espacios informativos es muy distinto al hecho de acreditar sesgo informativo. Al final de cuentas, los medios de comunicación tienen preferencias de tipo político-electoral. Eso es natural en una democracia, aun cuando se argumente que se trata de concesiones o permisos. ¿Ese sesgo o preferencia del medio por un partido-candidato se traduce necesariamente en la compra subrepticia de información? Desde el punto de vista ético, la compra de lineas editoriales es censurable. Ningún medio de comunicación serio y objetivo podría incurrir en esas practicas. Corresponderá, de acuerdo a la legislación constitucional promulgada y publicada, que los actores politicos demuestren tal supuesto para intentar la nulidad de elecciones. Al gremio periodístico, desde una visión de auto-control, le tocará estar al pendiente con el objetivo de verificar que la técnica periodística en sus géneros se aplique con rigor. Desde un pensamiento positivo, es la sociedad civil, la poblacion en general, quien debe resultar beneficiada con la nueva regulación; una visión negativa nos permite señalar la medida como un exceso de control sobre los medios, una patente para intentar ir contra las lineas editoriales, que en su diversidad y pluralidad, enriquecen el debate de la cosa publica. Un asunto que permitirá abrir un nuevo escenario de pelea jurídica en tribunales. Aún en estas condiciones de exceso, la reforma constitucional pretende garantizar mayores condiciones equitativas en el relevo del poder. El problema es que los partidos buscan generar condiciones equitativas en detrimento de uno de los pilares de la democracia, como es el caso de los medios de comunicación. Una visión de mas largo alcance debería llevar a los actores políticos a fortalecer a los medios en lugar de tratar de disputarles credibilidad. Y aun mas, constitucionalizar una autentica censura previa y una forzada auto-censura mediática. EN EL TABLERO...La demanda presentada por familiares de una víctima del Aeroshow permite a la presidencia municipal tener una base para calcular la indemnización y el pago de daños, con los limites que la misma ley de responsabilidad patrimonial establece, y que no llegan a los montos exigidos...Si bien la Cámara de Diputados ya se pronunció en contra del dumping manzanero generado por productores norteamericanos confabulados con empresas mexicanas, todo esta en calma, no existen disposiciones que combatan tal situación...En unos días se espera que el Senado también se pronuncie, la cuestión es que será otro llamado a misa...En tanto, se pone en riesgo la produccion nacional y con ello miles de empleos...