Columna de análisis crítico

martes, 16 de abril de 2013

Maquinación fraudulenta

Es muy poco probable lograr dividendos en bolsa que dupliquen o tripliquen la inversión. Puede ocurrir de manera aislada algún caso de empresas que cotizan en el mercado financiero que obtengan para sus inversionistas ganancias relevantes, pero tarde que temprano regresara la normalidad y con ella el crecimiento estable. Existen fondos de inversión de alto riesgo que ofrecen altos dividendos, pero que a la vez alertan de la posibilidad de perder el dinero invertido. Se trata de fondos que cotizan en mercados altamente inestables y riesgosos. De acuerdo al nivel de riesgo es el monto del dividendo. Hay fondos que otorgan bajas recompensas por la inversión, pero son altamente estables. Por lo regular se encuentran en márgenes que poco superan la inflación o cualquier otro indicador financiero, como las tasas de interés, por lo cual resultan poco atractivos. Son inversiones sumamente conservadoras. La gente no se encuentra atraída hacia ellos. El interés del inversionista es lograr el mayor dividendo por el recurso invertido. Hay un ánimo de ganancia exacerbado. Esta pretensión de obtener una ganancia con el mínimo esfuerzo lleva a invertir en fondos altamente riesgosos. La cuestión es la claridad y conocimiento que en ello tiene el inversionista, situación de la cual también es responsable el asesor del fondo de inversión. El asunto es más dramático cuando se trata de inversionistas que ponen todo su patrimonio en una ilusión basada en el engaño, como ocurrió recientemente con un sector del magisterio chihuahuense. Los maestros pidieron dinero prestado, doscientos mil pesos cada uno, a sociedades de inversión, y pusieron como garantía su salario. De la nómina se les descuenta cada quincena el pago a prorrata del préstamo avalado por el sindicato, más los respectivos intereses. Ese dinero fue invertido por los maestros en otra financiera que les ofreció ganancias al doble anual que jamás llegaron. Ante el incumplimiento interpusieron denuncias penales que llevaron a la cárcel a la administradora de la financiera, quien enfrenta acusación de fraude. La fiscalía habrá de determinar la existencia del tipo penal y la responsabilidad de quienes habrían intervenido en la maquinación del engaño que se cree podría llegar a la afectación de cientos de maestros. Dentro del deslinde de responsabilidades seguramente la autoridad habrá de determinar la participación de las diversas financieras en la maquinación para despojar a los maestros de su dinero: unos para hacer el préstamo y la otra para invertirlo supuestamente en un fondo que generaría ganancias importantes, así como la participación de todos quienes contribuyeron en ello. El funcionamiento de las instituciones financieras se encuentra regulado por diversas normas. Se han creado diversos tipos penales que sancionan las conductas indebidas en la materia. Sin embargo, el principio elemental es no caer en el engaño. No existe, salvo que se asuma el riesgo de perder el recurso, fondo que permita duplicar o triplicar ganancias de manera consistente. Al menos una institución seria jamás podría ofrecer algo similar. Si lo hace es que algo esta mal y no se puede confiar en ella. http://robertopinon.blogspot.mx