Las expresiones de Hillary Clinton son desafortunadas, cuando utiliza la expresión “insurgencia” para catalogar las acciones del crimen organizado en el territorio nacional.
No existe ninguna similitud.
Una acción ideológica plantea el uso de las armas para propiciar la reforma del Status Quo, promoviendo una revolución, bajo premisas como mayor igualdad, una mejor distribución de la riqueza: esto es, valores que pretendan construir un nuevo orden, que en teoría, sea mejor que el anterior.
No existe, en principio, un interés pecuniario, de lucro, de ventaja económica, aunque al final de cuentas esto pudiese provocarse como consecuencia de la revolución efectuada.
Un movimiento insurgente no utiliza la extorsión, el robo a mano armada, el narcotráfico, la prostitución, el contrabando, las acciones ilícitas para proveerse de recursos económicos, aunque haya excepciones en el mundo de guerrillas revolucionarias distorsionadas: el crimen organizado no busca derrocar a un gobierno, busca doblarlo, corrompiéndolo, para realizar su negocio: irónicamente el crimen requiere de un orden social democrático, de amplias libertades.
Un movimiento revolucionario auténtico procura atraerse la base social, no su repudio, porque sabe que tarde que temprano deberá acudir a ella para conseguir el cambio deseado en la estructura de poder.
Además, en la insurgencia como guerrilla existen mandos jerárquicos establecidos, en el crimen organizado éstos se pulverizan de acuerdo al surgimiento de grupos que pelean las plazas, en virtud del poder económico que despliegan, y que les permiten independizarse de sus matrices: mientras en uno la ideología provoca cohesión, en los otros la acumulación del dinero genera división.
Una cosa es cierta: en uno y en otro la utilización del terrorismo jamás se justifica, porque implica el uso del terror como presión, siempre e invariablemente con víctimas por cuenta de la sociedad.
Pero de eso a considerar que México vive una insurgencia, es llana ignorancia, no solo de la situación prevaleciente, sino de la naturaleza de la insurgencia y el crimen organizado: en México no hay guerra, ni siquiera de guerrillas: no hay combatientes, solo integrantes del crimen organizado y policías, aunque, para infortunio de todos, en ocasiones la línea entre ambos sea tan tenue.
EN EL TABLERO….La unidad del gremio periodístico es fundamental para enfrentar los retos de una violencia exacerbada, deterioro de protección social y carencia de suficientes programas institucionales que estimulen y alienten el desarrollo profesional…Esa unidad debe darse a través de las organizaciones periodísticas, que a nivel nacional, encuentran en nuestra querida Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, su principal expresión, bajo la dirigencia de la brillante y reconocida colega Hilda Luisa Valdemar y Lima, que inaugura la nueva página web de nuestra organización, en la dirección www.fapermex.mx...Felicitaciones y enhorabuena, a sumarnos al esfuerzo enviando colaboraciones al correo electrónico boletin@fapermex.mx, espacio privilegiado para hacer sentir nuestra voz…Felicidades Señora Presidenta…