Existen dos elementos fundamentales en el ejercicio periodístico, la crítica y la ética.
Podrá decirse que también existe la objetividad, la pluralidad, la independencia, entre otros muchos elementos conceptuales, sin embargo, la crítica implica un periodismo objetivo y plural, y la ética, la necesaria independencia y autonomía de criterio al momento de redactar una información.
¿Por qué un periodismo debe ser crítico? Porque es una de sus funciones elementales, el servir de control a los abusos y omisiones del poder público y los poderes facticos, entre ellos, el sector privado, la iglesia o el crimen organizado.
Esto es, no debe abandonarse la crítica bajo el argumento de que hay poderes facticos que actúan bajo la luz de la legalidad, y solo debe criticarse aquellos factores que actúan en la sombra de la ilegalidad. Obvio es, que ambos deben ser sujetos del señalamiento de los comunicadores.
La única diferencia, abismal diferencia, entre ambas instituciones, esto es, los poderes facticos y formales legales, es que, precisamente, tienen un marco referencial legal, y, el crimen organizado, por ejemplo, jamás podrá colocarse bajo un supuesto legal, claro, salvo que prosperen las iniciativas de ley que pretenden la legalización de la droga.
Esta situación diferencial nos lleva al extremo de que los poderes que actúan bajo un marco legal, podrán tener deficiencias y omisiones, actos de corrupción, impunidad, colusión –en ocasiones- con el crimen organizado, por ejemplo, pero también existen sectores de la función pública y privada que efectúan acciones positivas en beneficio de la comunidad.
¿Cuáles son estas? No lo sé. Ahí debe aplicarse la lupa del periodista bajo un principio ético de solidaridad de la autoridad que actúa en beneficio de la comunidad.
Siendo la ética un mecanismo de autocontrol, el periodista deberá valorar desde su formación profesional y humana, la información que deba resaltar y señalar como acción positiva de cualquiera de los poderes. Es la misma pluralidad de pensamientos e intereses legítimos, los que permitirán a los lectores acercarse diversa información que por un lado señala errores y aciertos.
Esta diversidad de conceptos constituyeron elemento de discusión al celebrarse en Durango la IX sesión de consejo directivo de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, desde donde se emitió la declaración Durango, que demanda del presidente de la república y la cámara de diputados, las reformas legislativas que protejan y mejoren la calidad de vida de los periodistas en el país.