El ejercicio de los recursos públicos ha sido limitado con fines de eficientar su uso, evitar el dispendio y sobre todo, la discrecionalidad en el gasto.
De esta manera, se ha castigado la desviación de dinero del erario para fines o provecho personal, ya sea que el lucro se obtenga directa o indirectamente.
Se trata de recuperar la confianza de la población en la autoridad, ya que son los ciudadanos quienes contribuyen con sus impuestos al sostenimiento del poder público.
Por lo mismo, los cargos en todos los niveles de gobierno deben ser mirados como una oportunidad de servir y no servirse de ellos: es detestable que se consideren estos puestos desde el punto de vista patrimonialista: como si el recurso de las arcas públicas le pertenecieran al funcionario.
Así se creo la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos en el ámbito Estatal y Federal, para sancionar a aquellos funcionarios que hagan mal uso del dinero de todos los ciudadanos.
Incluso, la reciente reforma constitucional incorporó en el ciento treinta y cuatro un párrafo que considera una nueva limitación: no se podrá usar dinero de los gobiernos para promover la imagen de los funcionarios.
La norma es determinante: no se puede pagar publicidad donde se difunda el nombre o la imagen.
Esto viene al punto por el anuncio del ayuntamiento de promover la imagen de Chihuahua para fines de posicionarla como punto turístico y de negocios en el ámbito nacional e internacional en una revista de gran prestigio. El problema es que se contrató una entrevista con el alcalde, Carlos Borruel, y esto podría resultar en una violación a la Constitución, por el uso inadecuado de los recursos.
Se anticipa la intervención de diversas autoridades para analizar esta situación. La cuestión es que el mismo ayuntamiento debería reconsiderar los términos del contrato, limitarse a promover Chihuahua, con lo cual todos estamos de acuerdo, y cuidar aspectos de promoción personal, que pudieran caer en una franca ilegalidad e inconstitucionalidad.
El problema no es difundir al Estado de Chihuahua y en particular, la imagen de la capital del Estado. La cuestión esta en el uso del dinero público, aportado por todos los ciudadanos vía impuestos, en la construcción de imagen de un servidor público.
Este tipo de publicaciones tienen además un claro ingrediente electoral, cuando estamos a unos cuantos meses para que inicie el proceso electoral local, en el cual habrá de elegirse gobernador del estado, diputados, ayuntamientos y síndicos.
Es obvio que el presidente municipal, siendo uno de los aspirantes a la gubernatura por el PAN, tiene interés político en el fortalecimiento de su imagen: luego entonces serían dos cuestiones las señalables, por un lado el uso de recursos públicos para construir imagen de un funcionario, y por el otro, la intencionalidad de esa imagen, que es a todas luces electoral, en detrimento del resto de los aspirantes panistas, que no tienen acceso a los finanzas públicas para avanzar en su posicionamiento.
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