En el argot periodístico se acuñan frases que trascienden y permanecen, convirtiéndose en normas pétreas de la actividad profesional.
Una de ellas tiene que ver con el dicho “Perro no come carne de perro”, a través de la cual se trata de expresar, como regla ética no escrita, que los periodistas no deben hablar mal de ellos, no solo en sus diálogos cotidianos, sino en la información difundida.
Paradigma del periodismo moderno, que sin duda debe ser superado, bajo una visión en la cual todos los actores sociales y políticos de una comunidad, deben ser sujetos a los controles formales e informales de poder.
Probablemente no en la medida de “cuarto poder” –acepción pretenciosa desde el punto de vista formal- pero sí en la consideración del poder fáctico que despliega el periodismo, éste debe quedar sujeto a límites jurídicos y éticos: los primeros, en el marco de legalidad mínima a la cual los ciudadanos estamos obligados, en un concierto ideal de relaciones armónicas.
Sujeción jurídica que, en el caso particular del periodismo, debe privilegiar la máxima libertad de informar, en todas las partes del proceso: buscar, publicar y distribuir información, que controla el uso del poder, privilegiando valores comunitarios de equidad, solidaridad, subsidariedad, legalidad, justicia, etcétera.
En este sentido, llama la atención la decisión de la Corte de otorgar amparo a una colega por el daño moral provocado por una noticia publicada en un periódico tabasqueño, el Novedades, uno de los diarios importantes del Municipio de Centro.
En este sentido, surgen interrogantes que debemos plantearnos de una manera autocrítica.
¿Hasta dónde los periodistas son considerados personas de interés público, en razón de la importancia de su función, y hasta donde debe existir una disminución en la protección de su esfera personal y por tanto, un mayor escrutinio público de su actividad? Esto es, ¿hasta dónde el periodista tiene una superlativa responsabilidad frente a la comunidad, para la cual escribe y emite juicios, y ante la cual, por lo tanto, debe mostrarse transparente y estar disponible al juicio mismo de sus colegas?
¿Es el periodista un actor político en el sentido más amplio de la palabra, porque realiza una función clave y pilar en una democracia, de altísimo riesgo y trascendencia –pregunto-, que obliga a un deber estadual de protegerlo, pero que a la par, implica obligaciones éticas y jurídicas de control social del poder que ejerce a través de la comunicación?
¿No debe ser también el periodista controlado por el mismo periodismo, un periodismo que goza de permisividad en el análisis de la información, basados en que ésta es un bien de dominio público, permitiéndosele, en ese marco, hacer inferencias y juicios de valor?
Al otorgar la Corte el amparo, ¿no está violentando el derecho amplísimo de la sociedad a recibir información y el derecho del mencionado periódico a difundir la misma, aún con sus excesos, atendiendo que el periodismo no puede ser ajeno al autocontrol por parte del mismo?
Se trata de un asunto harto delicado, donde se deben encontrar los equilibrios. Es obvio, el periodista debe ser sujeto de control por el mismo periodismo, bajo los mismos cuidados éticos en el manejo de la información, que el que se tiene con cualquier persona: una información responsable, objetiva, veraz, pero sobre todo, pensando que, en una era de abundante e inútil información, lo que digamos construya y aliente a construir una mejor sociedad: un periodismo que se erija en una herramienta útil de control del poder, con la limitación universal del respeto a la persona, a su dignidad.
EN EL TABLERO… La Cátedra de Periodismo Científico y Medio Ambiente del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, de la UPEC, la UNESCO y el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente de la República de Cuba, está convocando al Seminario Regional Periodismo; Medio Ambiente y desarrollo, a celebrarse en La Habana entre el 22 y 24 de noviembre de 2010…Rebeca Cabrales, titular de relaciones públicas del Instituto, es la responsable, en el correo electrónico eventos@prensaip.co.cu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario