ALFIL
El gran negocio de los bancos
Por Roberto Piñón Olivas
Las instituciones bancarias continúan voraces con el cobro de comisiones. No satisfechas con ello, implementan estrategias para sorprender a sus clientes a través del mecanismo más sencillo y directo: los cajeros automáticos.
No lo crea, pero el 34 por ciento de los millonarios ingresos del negocio de la banca provienen de las comisiones, en algunos casos llega casi al cincuenta por ciento.
Es cierto que Banco de México ha intervenido en la regulación de las comisiones, virtud a las modificaciones legislativas autorizadas desde el congreso de la Unión, pero aún es insuficiente. Se requiere cerrar aún más los límites bajo el argumento de la prevalencia del interés social por encima de los intereses económicos de lucro que resultan desmedidos.
Los estados financieros de Bancomer, Banamex, Santander, Banorte y HSBC, arrojan que de enero a junio obtuvieron 34 mil 376 millones de pesos producto de comisiones, en un total de operaciones del orden de los cien millones en números redondos.
HSBC es el mejor ejemplo de negocion a través de comisiones, porque de sus ingresos totales obtiene por esta vía el 42.7 por ciento, el porcentaje más elevado, al captar cuatro mil de casi diez mil millones de pesos.
Si bien es cierto Banamex obtuvo la menor captación porcentual de recursos vía comisiones, con un 28 por ciento, por el volumen de cuentas capta unos ocho mil millones, contra Bancomer que es el verdadero líder en cobro de comisiones, con un 39.7 por ciento de sus ingresos por esta vía, que hacen 13 mil 145 millones de pesos.
Como se observa las cantidades no son menores. Sin embargo, las comisiones no deberían ser el principal negocio de la banca, y se ha convertido en ello.
Ante esta situación, la Cámara de Diputados decidió realizar reformas para dotar al Banco de México de la posibilidad de regular las comisiones, ya que antes solo podía hacer recomendaciones.
Como es obvio, las determinaciones de Banxico regulan pero protejen al mismo tiempo el principio de libre mercado como mecanismo de autoregulación del sistema bancario, para generar competencia, permitiendo el lógico lucro de las instituciones dedicadas a esta actividad.
Sin embargo, pese a las regulaciones, las instituciones bancarias continúan haciendo el gran negocio, pese a que, por ejemplo, por ley, ya no pueden duplicar las comisiones por retiro de dinero en cajeros distintos al de la institución bancaria emisora del plástico.
Ahora bien, ya se prohíbe el cobro de comisiones en retiro en cajeros del mismo banco. La cuestión es que por las necesidades del consumo los usuarios de plásticos terminan rompiendo la regla de oro de no acudir a un cajero distinto, y ahí son presas de la comisión, porque pareciera que cada día se limitan los cajeros automáticos.
La norma debería exigir la distribución de cajeros con algún criterio geográfica, de cantidad de usuarios, centros de consumo. No dejar al simple arbitrio de la institución bancaria el número de cajeros y su ubicación.
La facultad reguladora en la materia debe ser auténticamente reguladora, porque, como lo reconoce el mismo Banxico, las instituciones bancarias buscan mecanismos sofisticados mediante software y publicidad engañosa, para hacer incurrir en error a los usuarios, que víctimas de la comisión terminan olvidando esos pesitos que al final del día constituyen el gran negocio de los bancos.
No conformes con ello lo sorprenden con la venta de seguros, que sin darse cuenta le cargan otros ochenta pesos, con contratos anuales, por más de mil pesos. Así es que al año, haga cuentas, Usted contribuye al gran negocio bancario.
La banca es necesaria, sí. Es un negocio y debe generar lucro, sí. Pero en un sistema económico con sentido social debe tener una regulación más amplia, con ganancias menos insultantes.
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