Columna de análisis crítico

martes, 18 de octubre de 2016

Necesidad imperiosa


Felicidades a los colegas que obtuvieron el Premio Estatal de Periodismo José Vasconcelos, otorgado por el Foro de Periodistas de Chihuahua: Dr. Javier Contreras Orozco, Alejandra Cecilia Román Rangel, Jesús Guillermo Salas Medina, Carlos Alonso Dueñas Cordero, Gustavo Cabullo Madrid Medio, Lineli Lucero Montoya, Carlos Fernando Quintana/ Julio César Saucedo, y Álvaro Leopoldo Perea Gámez.

Existen dos características en los medios de comunicación llamados tradicionales, para distinguirlos de las modernas redes sociales, que deben destacarse: por un lado, son elaborados por profesionales, de origen empírico o académico, que dedican su tiempo y actividad principal a elaborar textos, fotografías, videos o diseños, que serán difundidos masivamente, y por ello mismo, se convierten en cuestionadores permanentes y sistemáticos del acontecer público cotidiano.

Es decir, los medios de comunicación masiva exigen una técnica en la elaboración de sus contenidos; cualquiera que sea la temática, va a demandar el apego a un género periodístico, sea entrevista, reportaje, crónica, editorial, columna o noticia.

Dominar dicha técnica ocupa tiempo y dedicación. Actualmente cientos de jóvenes son preparados en las instituciones educativas de nivel superior en especialidades como ciencias de la comunicación o periodismo. La excepción hoy en día es el empirismo, que antaño era la regla general.

Sin embargo, academia y experiencia se conjugaban y aún hoy en día lo hacen: la teoría debe ser sometida a la exigencia de la práctica diaria en el desarrollo de habilidades para comunicar y particularmente, para construir narrativa informativa con agudeza y puntualidad, capturar imagenes pertinentes en fotografía o video.

Al final, el periodista, cualquiera que sea su formación, termina siendo un fiel filtro de la realidad; un cuestionador de los sucesos públicos; un profesional dedicado a la tarea de informar a la sociedad desde su particular punto de vista, subjetividad que pluraliza la comunicación y enriquece el debate acerca de la cosa pública.

Esta característica hace que el periodista madure en el ejercicio de la esgrima mental, impulsándolo a un mayor análisis y sintésis de los sucesos cotidianos: de ser un simple expectador y transmisor de la realidad, que se limita a informar a secas, se convierte en un ojo crítico, auditor de todos los fenómenos sociales.

En esa posición crítica, el periodista cuestiona y exige respuestas, particularmente a quienes detentan el poder, fáctico o formal, porque son ellos su principal centro de atención, en función de su naturaleza, la naturaleza de los medios de comunicación, de propiciar el equilibrio, ser peso y contrapeso del abuso de poder.

Contrario a ello, las redes sociales, con sus excepciones, son utilizadas por personas que no se dedican profesionalmente a la comunicación y su proceso. Usan las redes para socializar y entretenerse. Sus expresiones críticas no son sistemáticas, sino mas bien son ocasionales. No interactuan directamente con el poder, y cuando lo hacen son extremas, tienden al insulto o a la entrega incondicional.

Es cierto que las redes sociales son un instrumento moderno de la comunicación que facilita el contacto y la interacción, sin embargo están limitadas: o constituyen un canal de información en una sola vía sin retroalimentación -como cuando se difunden informaciones sin esperar y obtener respuesta- o se convierten en dialogos estrechos entre unos cuantos participantes. La interlocución existe, pero en ella no interviene un comunicador o un periodista profesional, sino un usuario, probablemente informado, pero no profesional de la comunicación.

Si en las redes sociales no existe como interlocutor un profesional de la comunicación, luego entonces no hay un mayor procesamiento crítico de dicha interlocución -insisto, con sus excepciones- como ocurre con los profesionales que participan en los medios de comunicación.

Una adecuada política de comunicación social debe atender a medios de comunicación masiva y a las redes sociales en su justa dimensión. Desaprovechar el gran potencial de comunicación que ofrece facebook, twitter o incluso whattsapp, es un error grave. Pasa lo mismo con los medios de comunicación: dejar de emitir boletínes, propiciar ruedas de prensa, incluso las denominadas banqueteras, es también un error.

Más aún cuando los medios de comunicación han construido una dinámica de ejercicio de rendición de cuentas sistemática: diariamente cientos de reporteros salen a sus fuentes de información en busca de noticias, con pensamiento crítico y una técnica profesional, buscando ser ese balance de poder social que no puede ni debe ser desestimado. Utilizar como vía de comunicación los medios tradicionales, entonces, se convierte no en una opción, sino en una necesidad imperiosa.

http://robertopinon.blogspot.mx






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