Mi más sentido pésame al
colega y Maestro periodista Carlos Ravelo, destacado integrante del Club
Primera Plana en la ciudad de México, por el fallecimiento de su señora esposa
Bety Ravelo. Descanse en paz.
Al final de cuentas las
cosas siguen igual en materia de protección a periodistas: una federación inactiva
que deja en las autoridades locales la investigación de homicidios y atentados
contra periodistas y medios de comunicación, pese a su relevancia y
trascendencia, y se sienta a esperar que sea la familia de la víctima quien
pida la atracción federal.
Ya se alertaba desde
hace varios años de esta situación, cuando se modificó el código adjetivo penal
federal, en el cual se incorporó la figura de la atracción de delitos cometidos
contra periodistas y medios de comunicación: la figura, vendida como una federalización
resultó una simple modificación sin aspecto sustancial, porque al final, sigue la
misma ruta de la figura que ya existía para cualesquier otro delito del fuero
común (bajo el supuesto de conexidad).
Es decir, queda en la Procuraduría
General de la República a través de sus agentes del ministerio público, valorar
la atracción de los delitos, conforme a los supuestos que señala el código federal
de procedimientos penales, esto es, cuando exista indicio de participación de
servidores públicos del orden municipal o estatal; se trate de delitos graves; la
integridad de la víctima se encuentre en riesgo “real”; lo solicite la
autoridad estatal; haya impacto trascendente al ejercicio del derecho a la información
o a la libertad de expresión; existan circunstancias objetivas y generalizadas
de riesgo para el ejercicio de estas libertades; el hecho trascienda a varias
entidades o exista sentencia de responsabilidad internacional, o fuera de
ellos, cuando lo solicite la víctima u ofendido.
Hay que aceptar que en
su momento la incorporación de estas posibilidades de atracción resultaron un
avance. Sin embargo, con el paso del tiempo la percepción cambia. Son más un obstáculo
que una decisión real de concentrar la investigación de los delitos de
periodistas y comunicadores en la federación, poder que cuenta –se supone- con
los instrumentos más avanzados, recursos, tecnología, personal, e independencia,
para garantizar una investigación y sanción para este tipo de delitos. Lo cual,
hasta el momento lamentablemente no ocurre, porque la procuraduría general se
escurre para evitar la atracción.
Así, vemos con el
terrible asesinato del colega foto-periodista Rubén Espinosa, colaborador de
Cuartooscuro y Proceso, como, existiendo la posibilidad de utilizar el
mencionado marco jurídico para la atracción, la Procuraduría General de la
República lo evade y solo atina a estar al pendiente de las indagaciones.
Simple observador.
El asunto es harto
delicado. Más aún cuando el colega se encontraba en el Distrito Federal huyendo
de amenazas, algunas de ellas atribuidas a la administración del Gobernador
Javier Duarte, quien recientemente, en un desafortunado discurso con motivo de
la celebración del siete de junio, se habría lavado las manos, señalando a los
comunicadores ahí reunidos el conocimientos de vínculos con crimen organizado,
sin señalar casos concretos ni acudir a las instancias jurídicas pertinentes:
solo esbozó un señalamiento superficial con aroma a amenaza velada. Grave, muy
grave.
Es evidente que en el
caso del periodista Rubén Espinosa existían y existen en estos momentos
condiciones para la atracción. La Fiscalía Especializada en Delitos contra
Periodistas está obligada a asumir, en este contexto, una posición rígida para
atraer la investigación: en Veracruz han fallecido en el actual sexenio
gubernamental trece periodistas y tres más continúan desaparecidos.
La Comisión Nacional de
Derechos Humanos ya está investigando e integrando carpeta. Se han adoptado las
primeras medidas de protección a la familia del colega asesinado. Es necesario,
para reforzar, la atracción.
Sin embargo, incluso
como decisión política: es mejor para la administración federal deslindar como
móvil el ataque a la libertad de expresión, pero con una investigación profunda
y no sobre rodillas, que continuar con el simplismo del robo o la venganza como
móvil.
http://robertopinon.blogspot.mx/
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